Con la tecnología de Blogger.
© Lerendi Mendi. Todos los derechos reservados.

Primer amor

>> 16 may 2010

Antes de enamorarme por primera vez ya había oído aquello de que el primer amor es para siempre.
Para siempre.

Qué poco me importaron aquellas palabras entonces. Como cualquier niña buena de finales de los sesenta, me limitaba a respirar sin llamar la atención y a escuchar lo justo para cumplir órdenes diligentemente. Aquella máxima, en aquel momento, no parecía ni orden ni importante. Pero se grabó y se cumplió. Vaya que sí.
Aún no he encontrado el delete.

Era muy joven cuando me enamoré por primera vez. No comprendo cómo pudo pasar, no entonces, no allí. Acudía cada mañana a las ocho, charlando alegre con mis compañeras a lo largo del camino. Al llegar, bajábamos del autobús en silencio mientras los perros nos ladraban furiosos. Ahora no entiendo para qué los tenían allí, atados. De pequeña no me hacía preguntas. Me limitaba, como todas, a pasar lo más lejos posible de las fieras. Año tras año, nos seguían gruñendo; año tras año, nos seguían dando pavor. Como ellas.
Cuando la verja chirriaba sobre sus goznes ya habíamos entrado en el estado hipnótico requerido para sobrevivir. La vida quedaba fuera. A la entrada, ningún lema advertía sobre el interior, pero habrían podido tomar prestados el eickeano “El trabajo os hará libres” o quizás mejor el dantesco “¡Oh vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza!”.

Y sin embargo, allí, en el infierno, conocí por primera vez el amor.

He confesado en este lugar debilidades que me avergüenzan y he pagado un precio terrible por ello. Aún estoy respondiendo correos de lectoras que me afean mi debilidad por los bomberos, acusándome de ser una falsa lesbiana. ¿Qué decir? A veces yo misma me acuso. Otras me exculpo, acogiéndome al socorrido “quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra” y, alabado sea el señor, no me ha llegado ninguna. Será el antispam.

Pero ya divago. Quizás es que no quiero recordar. Quizás busco el exorcismo y lo temo. Pero no he de callar. Confesaré y que salga el sol por do quiera.

Yo, la casta Leren, me enamoré en mi colegio de franquistas monjas. Adoraba su cabello rubio, sus rodillas sin postillas, el donaire con que llevaba su babi inmaculado. Cada día, sin falta, corría hacia mí para compartir su bocadillo de nocilla y yo colocaba mis labios donde...
Donde él los había colocado.
Se llamaba Pablo. Teníamos cuatro años y me enamoré locamente. De un niño, sí.
Fueron ellas, las monjas, las culpables, creando la tentación, permitiendo que la guardería del colegio fuera mixta. Pero al cumplir los seis, ay, llegó la enseñanza segregada y con ella nuestra separación. Qué desgarro y qué hambre sentí tras su partida. No sabía si me dolía más el corazón o el estómago. Mis ojos lloraban, mi boca gemía, mis tripas rugían, pero tanto desconsuelo en una inocente infanta no halló eco. Los perros y las monjas siguieron gruñendo, la verja chirriando, mas yo nunca volví a ver a Pablo.
Tampoco he vuelto a comer nocilla. Demasiado pesar.

Pasaron los años. Completé mi educación rodeada de alumnas y monjas. Mujeres, mujeres, mujeres. La naturaleza, en fin, siguió su curso. Comenzaron a gustarme las de mi propio sexo. Qué caramba, comenzaron y terminaron gustándome mucho, muchísimo. Incluso amé a alguna y alguna me amó. Pero no he olvidado a Pablo.

A pesar del tiempo, Pablito, aún te recuerdo. A veces pensé en contratar a un detective pero no tenía un duro, ni valor. Ahora, en la era internete, he fantaseado con encontrarte un día en facebook, pero no sé cómo. Ninguno de los pablos que veo en la página de fans de nuestro ex colegio tiene tus cabellos angelicales (de hecho, todos están calvos) y ninguno muestra las rodillas en sus fotos de perfil ni su afición por la nocilla entre sus membresías de grupo. Ya he abandonado la esperanza de que tú hayas atesorado mi recuerdo como yo el tuyo. Sí, mejor así, por siempre olvidada. Me da miedo entrar en FB algún día y encontrarme en mi muro que un tal Pablo (ideología política: derechas, creencias religiosas: ogrus dei, casado con: Piluca) solicita mi amistad con este mensaje privado: “¿Tú eres la Leren que en su hambruna atacaba mi bocadillo cada recreo?”.
Porque lo cierto, Pablo, es que tú tenías vocación de médico sin fronteras y por ello me alimentabas a diario, me curabas mis marimachas postillas, besabas mi frente calenturienta... pero no me amabas. Nunca me amaste, Pablo, imbécil, primer amor mío de los cojones. Y heme aquí con lo de los bomberos y con lo tuyo, sin saber si soy una lesbiana congénita, o solo otro producto sáfico made in monjas. Si alguna vez tuve o tendré una pizca de libre albedrío.

Pablo, delete, delete, delete.

Porque si te consigo borrar a ti, Pablo, algo me dice que aquella orden que creí máxima se borrará al fin, y tras de ti irán otros nombres.
De mujer, Pablo. Borraré ya solo nombres de mujer.
Uno, otro, otro.
Delete, delete, delete.

7 comentarios:

Anca Balaj mayo 17, 2010  

Si le ves hoy en día seguro que se te quita la nostalgia, Leren. Pablo tiene una barriga de campeonato, rodillas cascadas por el exceso de peso y, como has podido comprobar, ni un rizo.

Ah, y otra cosa, lo de los bomberos no tiene excusa, pero lo de Pablo sí: a los cuatro años tanto da si es niño o niña, tan pequeñitos son como los ángeles y no tienen sexo.

Un beso

Anónimo,  mayo 17, 2010  

Bueno al tal Pablo, no te lo sabria describir en esta realidad nos encontramos, porque puede que se haya convertido en ese "bombero" apaga fuegos, o justo todo lo contario....
De todas formas, las cosas a ciertas edades, como que se ven, se sienten, se degustan de otra manera, y bueno tiempo al tiempo....
Leren , piensa que ya nos llega el veranito, y la de cosas buenas y ricas nos esperan.
Un beso, de mujer a mujer.
Eva

Leren mayo 17, 2010  

aMinúscula, Eva, ¿es que queréis acrecentar mi esquizofrenia? ¿Pablo barrigón y calvo? ¿O Pablo bombero, virgensantísima, que solo de imaginarlo me dan escalofríos?
aMinúscula, lo que siento por Pablito no es nostalgia, es puro amor, inocente y limpio. Es un simple oler nocilla en cualquiera de sus advocaciones (nutella, hacendadella...) y encogérseme el corazón y suspirar hondo y pensar 'qué habría sido de mi vida si...'. Eso no puede ser nostalgia, sino amor verdadero y sempiterno, amor fetén.
No obstante, es un consuelo pensar que mi Pablo no tenía sexo de los 4 a los 6 años, porque me torturaba la idea de que empecé hetero y que lo mismo, tras años de pureza lesbiana, a la madurez me daba por cerrar el círculo y tener una regresión. Ayer mismo, un poné, vi un tipo en la playa que me hizo dudar (again). Sufro mucho, en fin: este vivir casto me tiene desnortada, con el foco loco. Pero al menos ahora, gracias a ti, oh, aMinús, estoy aceptando que mi primer amor fue neutro, un nifunifá que no agita los cimientos de mi identidad.
Y para que no los agite ni un recuerdo del primer amor, ni el más formidable de los huracanes caribeños, viene Eva y me deja un beso de mujer a mujer y paso de Pablo, de bomberos y de guapetones playeros. Me enciendo y como que reflorezco, sonrío, me suelto los caracolillos, corro con las lobas y me afirmo lesbiana-lesbiana, unas mil veces más lesbiana que Safo, que hacía aguas hetero en cuanto se la agitaba un poco.
aMinús, Eva, no tengo palabras para agradeceros lo que hacéis por mi cordura gay.
Besos,
Leren

Plekito mayo 18, 2010  

Bueno, ps io igual tuve un pequeño amorio puro e inocente en la primaria... se llamaba Alex, era muy lindo y su mamá pienso yo que a estas alturas hubiese sido la suegra idealizada que yo tengo -detallista, que congeniaba con mis padres y me tenia demasiada estima-, recuerdo que para mis cumpleaños me regalaba algo, simple pero que a mi me encantaba!! En fin, su papá lo mando a una secundaria diferente a la mia y perdimos contacto... ya de ahi, pues me incline mas por lo que ahora en realidad soy.
En fin... St. FB ha hecho lo suyo, pero me ha dado ñañaras contactar... bueno, tengo a su hna como contacto, pero hasta ahi... mi hno ha averiguado de su ex-cu, pero igual, le deseo lo mejor a él.
Yo por mi parte... digamos que ya me he dado por vencida en esta vida con esas cuestiones del amor...
Un gusto leerte Leren y cuidate!!!

Pd: Si, ese primer amor, nunca se olvida...

Anónimo,  mayo 18, 2010  

Hola Leren, nada de querer acrecentar tu esquizofenia.... jajaja en todo caso e intentando acrecentar tú digamos sexualidad, para ver si abandonas ese estado de castidad en el que te encuentras sumida, y por fin te da por librarte de esos recuerdos y te sumerges en otras aventuras más placenteras.
Chica el veranito ya encima, cuestión de plantearse ese cambio y ese destape. ¿ no crees?
Leren, conozco yo un par de sitios, que bueno seguro que del primero ya no sales jajajajjaja
Un beso, este muy cariñoso, por lo que despierta leerte.
Eva

Anónimo,  mayo 18, 2010  

Me ha parecido acojonante... en serio... es de las mejores historias autobiograficas de amor que he leido!
me gusta muy mucho como escribes ;) un saludo Lerendi!

Leren mayo 19, 2010  

@Plekito: ¿Alex? ¿Tú también tuviste un "pequeño amorío puro e inocente"? Dios, esto tiene pinta de ponerse como lo de los bomberos, con todas nosotras, lesbianas de pro (o de contra, como yo), con un amor hetero en su vida. Y todavía aquello tenía un pase, porque era solo físico, pero amor, ay, eso es sentimiento. No tiene excusa.
Pero Plekito, quizás tú seas una verdadera lesbiana, después de todo: recuerdas a tu ex suegra y tienes a su hermana de contacto... No quiero ni pensar en qué habría acabado aquella casa si hubieras seguido con Alex.
PD: no conocía la palabra "ñañaras". Me ha encantado :)

@Eva: si supieras las imágenes que se me vienen al alma cuando leo 'veranito', 'destape', 'aventuras'... Me plantas en el presente de inmediato. Esto... lo de esos sitios, en fin, cuéntame más, ¿no? ¿Hay esperanzas para castas patéticas allí?
Un beso, cariñoso también :)

@Rass, le has dado un glorioso empujón a mi ego. ¡Muchas gracias!
Preciosas gafas las tuyas, por cierto ;)
Saludito,
Leren

Publicar un comentario

  © Blogger template Simple n' Sweet by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP