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Tuyo es el mundo, clienta

>> 4 may 2010

- A la Avenida de José Antonio.

Empezamos bien.
Acabo de coger el alta, después de cinco meses de tv, twitter, facebook, chocolate, cerveza trastorno ansioso-depresivo y conduzco resignada por las calles de Remoria, una ciudad, como todas las españolas, en recesión y en obras, lo ideal para el taxi. Son las doce y media de la mañana. Normalmente saco el toyota priapus a las seis, tras desayunar con Patroclo, pero hoy he salido a las diez y pico.

Recuerdo el día en que lo conocí. Begoña, nuestra jefa, me lo presentó hará casi un año.
- Este es Patroclo. Va a hacer la noche.
- ¿Y el Piernas?
- Al Piernas lo he echado porque era ligerito de manos. A ver si os aplicáis el cuento los demás.
Patroclo nos mira y no abre la boca. Es moreno, bajito y guapetón. Pobre, no sabe dónde ha caído. Le sonrío.
- ¿Patroclo? ¿Tú eres el colega de Aquiles?
El chaval me mira extrañado. No debe de tener más de veintidós o veintitrés años.
- No, a este me lo han recomendado en la peña. No veas cómo le ha dejado el jardín al Conrado. Y por tres duros. Como no tiene papeles todavía...
- ¿El poli ha contratado a un ilegal?
- Es madero, pero no tonto. El chico curra que no veas, es barato y no da por culo.
- Pero ¿y el permiso de trabajo?
Begoña me mira con su desprecio acostumbrado, como si yo fuera una ignorante o una cagueta. O las dos cosas.
- Qué permiso ni na. Si hay algún jaleo, el Conrado se encarga. Pa eso está.
Y con una alegre colleja en la nuca del nuevo, se despide, camino de su primer aguardiente.

No, hoy no he desayunado con Patroclo, en esa media horita de camaradería que compartimos al acabar él su turno y empezar yo el mío. Hoy no he tenido ovarios de levantarme a las cinco y media, tras tantos meses de hacerlo cuando me salía del alma. Hoy, para arrancar mi triste y casto cuerpo del solitario lecho, he tenido que recurrir a:

  • Visionado de dos informativos
  • Visionado de una hora de dibujos animados infantiles
  • Práctica de media hora de meditación (mantra ‘I-can’)
  • Baño con hojas de lavanda, a oscuras y con música chillout
  • Elección de ropa según criterios cromoterápicos (no debí deshacerme del uniforme)
  • Amuleto indígena con cordoncillo consagrado por chamán converso
  • Dos bolsas de cartón tamaño hiperventilación (la segunda para la guantera)
  • Dos valium 10
  • Tres palmeras de huevo

Y he salido al mundo exterior. Las primeras dos horas he conducido en ocupado: no podía aguantar la idea de tener que relacionarme con nadie. Cuando he estado lista, he tirado para La Rosaleda, el barrio con más clientes por  m2. Y allí me ha parado esta tipa, que no me deja ni bajar bandera cuando ya está repitiendo impaciente:
-A José Antonio.
Mi primera clienta en meses es una veinteañera preconstitucional. Qué suerte la mía.
- ¿A la calle del Pez Demócrata, dice?
- Ofú –refunfuña- Tú llévame.
Tuteo encima. No, no hemos empezado bien. Con un chirriar de ruedas hollywoodense, saltándome la doble continua para cambiar de sentido, dejo a la niñata pegadita al asiento de atrás. Si me pillan, que me pillen, me digo, pero hoy no tengo paciencia con las bordes.
- ¡Guau, qué chulada, tía!
¿Cómo? ¿Eso es a mí? Miro por el espejo retrovisor interior y compruebo que no está hablando por el móvil. La de veces que habré contestado palabras que no eran mías...
Agarrada a su bolso, me sonríe admirativa. Solo se ha despeinado un poco.
- ¡Qué bien conduces!
Vaya, de repente no me parece tan niñata.
- ¿Te ha gustado?
Me oigo decir eso y la cabeza se me va a otro tipo de escenas, pero vuelvo en mí enseguida. Reformulo.
- ¿No te has asustado?
- ¡Qué va! ¡Me ha encantado! Conduces genial para ser una chica.
Aguanta la pedrá. Mi mano derecha hace amago de abrir la guantera. “No estás recuperada, Leren”, me digo, pero pienso en el Dr. Maligni y me domino.
- Las chicas conducimos mejor que los chicos.
- Claro, ya lo sé.
Me ha descolocado.
- ¿Entonces?
- Que solo lo hacemos cuando no están ellos, si somos listas.
- ¿Qué quieres decir?
- Bueno, tú deberías saberlo. Una chica que conduce mejor que un chico... vaya, como que no se come nada.
- ...
- A ver, ¿tú no tienes problemas para ligar?
Joder, pero qué lejos me parece la calle del Pez Democrático. Para colmo, un camión de la basura tapona la vía, a estas horas indecentes para él.
- ¿Qué, tú ligas mucho? –insiste con retintín.
Alguien debería haberle enseñado a esta muchacha un respeto hacia sus mayores. Y a interpretar un silencio cerrado.
- Bueno, ligar ligar, no ligo mucho...
Ea, está dicho. Sin oponer apenas resistencia, le he confesado mi castidad a una niñata desconocida.
- ¿Lo ves? Es que los tíos se siente amenazados por una tía como tú.
- No sé yo si es eso...
Me pregunto cuándo va a circular el puto camión. Ni que tuvieran que reciclar in situ. Por fin, con un ruido tremendo y un olor aún más tremendo, el camión se pone en marcha. Y tras él, yo, que arranco justo en el momento en el que la niñata rubia (¿teñida?) consigue colarse en el asiento del copiloto y cerrar la puerta. Adiós alivio.
Miro de soslayo a la guantera. Me contengo. Otra vez.
- Con un tío nunca me siento delante.
- Claro.
Me pongo más nerviosa aún. Fantaseo con la idea de que se haya olvidado del tema. Inicio una conversación sobre las persistentes lluvias, pero me interrumpe. Juraría que es el modelo inspirador de la niña repelente.
- Entonces, si no es por eso, ¿tú por qué no ligas? Total, no estás tan mal.
En este punto, omito la índole de mis pensamientos. No quiero añadir más violencia a un mundo ya violento.
- Bueno, es que yo...
La miro de reojo y veo que me está mirando con interés. ¿Me habré equivocado con ella? Quizás es que esta generación es así; es su forma de hablar y de relacionarse. A lo mejor lo de que no estoy tan mal no es conmiserativo, sino apreciativo. No sé...Y además la chica tiene unas piernas de vértigo. Bendita falda.
- Venga, mujer, cuéntame -me anima.
Pero no me atrevo.
- Es que yo...
Y me callo.
- ¿Tú qué?
- Yo es que no ligo con tíos porque soy... soy... feminista.
Leren, eres una cobarde.
- ¡Ja, así te va! ¡Feminista!
Me defiendo sin mucha convicción.
- Sí, feminista, ¿qué pasa? ¿A los de tu generación no os han enseñado igualdad y eso?¿Tú no eres feminista?
- ¿Feminista yo? ¿Tú de qué vas, tía? Yo no soy feminista, yo soy fe-me-ni-na. Y ligo un montón, ¿sabes?
Y con esa original declaración de principios adornada con una vocecita de nena en celo, me dice que me quede con la vuelta, los quince céntimos que sobran de esta, mi primera carrera, que por fin por fin por fin ha llegado a término.

Estaciono en la primera parada que encuentro. No saludo. Con el piloto apagado, cierro la ventanilla y silencio el móvil. Saco la bolsa de cartón. Respiro. Cuando me recompongo, arranco y me dirijo feministamente a casa. “Yo no ligaré, pero por lo menos no estoy lobotomizada”, le espeto desafiante a los asientos callados. Lo repito cada vez más alto. Algunos conductores me miran. Paso. Al llegar, llamo a tres amigas, una detrás de otra, para lloriquearles y que me reafirmen. “Bah, Leren”, me dicen, “no lo pienses más. Esa tía es una niñata facha y tú eres una mujer de una pieza".

Me pregunto qué será ser una mujer de una pieza.
Y me acuerdo de sus piernas. Y no hallo consuelo.

6 comentarios:

Anca Balaj mayo 05, 2010  

Jajaja, Leren, ni que hubieras hablado por mi boca! Esto de ser feminista no es la mejor manera de ligar, los "chicos" no se sienten complacidos por estas actitudes de las "chicas". Cuando me comporto como feminsta no lobotomizada pierdo todos los encantos, jaja.
Pero oye, esto tiene su parte buena: si me quiero quitar de encima a algún pesado le digo que soy feminista y se acabaron las molestias.

Un besazo

Unknown mayo 05, 2010  

Mujer de una pieza o de varias. Me gusta el resultado final del puzzle, mujer a fin de cuentas, no una niñata, con las piernas mu bonitas, eso sí, pero que con el tiempo se encontrará con varices, el pelo teñido y ahuecado, una retahíla de churumbeles y ...arrepintiéndose de no haber conocido de verdad a esa mujer que tanto le sorprendió aquel día en el asiento de delante.
Jajaja, bueno esto es más un deseo que otra cosa.
Pero vamos, los hombres se lo pierden, por supuesto, se lo llevan perdiendo toda la vida, que se lo pierdan!, ahora yo ... yo espero no perdermelo.
Besote, conductora temeraria.

Anónimo,  mayo 05, 2010  

No todas las mujeres son feministas y no todas las personas feministas son mujeres.
Ni todas las mujeres son femeninas, pero si todas mujeres.
Y después de leerte , he dicho; caray que dura la vuelta al trabajo y con la de "tentaciones" tiene que verselas una.....
Normal que se diga eso de: mujer al volante...encanto constante.
Un beso, con cinturon abrochaito, por si...
Eva

Leren mayo 06, 2010  

@aminúscula: alguna vez he conocido a algún hombre al que le gustaban las mujeres completas. Pero casi siempre eran extranjeros de países menos machistas o machotes, o tipos curiosos, con un componente femenino sin capar... A esos les encanta que una sea una, en su plenitud. Pero, oye, aM, a lo importante: no te imagino comportándote como 'femenina' lobotomizada; yo quiero verlo! Aunque también me apuntaría encantada a verte de feminista radical. Please!!!
Otro besazo :)

@andaba: y a mí me ha gustado lo de mujer de una pieza o de varias. Sí, eso es mucho mejor, creo. Me dejas pensando.
Ah, quita ese 'espero' y no te pierdas nada! ;) Besote

@Eva: Me cuesta entender que haya mujeres no feministas. Y lo que sea ser femenina es algo que cada vez tengo menos claro. Sé que mi espectro se amplía con los años (¿o va a ser por la castidad, aaagg?).
¿Con cinturón? Esto... ¿quién conduce, Eva?
Beso,
Leren

DIARIO DE UNA MADRE LESBIANA CUARENTONA mayo 07, 2010  

Leren piensas demasiado y así te va 7 años con telarañas en el xoxo... la chica solo quería ligar contigo y dejémonos de tonterías muy feministas sí claro pero a la hora de la verdad ¿que somos? lesbianas en busca de regar nuestro huerto... jejeje. Al menos tu tienes la suerte de que se te monten niñatas monas... a mi en el bus ni me saludan cuando entran por la mañana....

Leren mayo 08, 2010  

Querida autobusera:
Leo tu comentario y algún otro que me han ido dejando por aquí y no sé qué pensar (lo siento, no me puedo quitar esa nefasta costumbre de cavilar más que follar). Ahora ya no me queda claro si necesito sexo, amor o, simplemente, aperos hortelanos. ¿Vale una regadera o tiene que ser una manguera? Es que no me veo con posibles, ¿sabes?
Muacs, heavy mare.
Leren

PD: cambia de ruta, chófera ;)

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