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Almeja inerte

>> 5 mar 2010

Severino y la SGAE me han hecho creativa.

Llevaba días enloquecida, intentando sacar a mi creadora interior para cumplir con la tarea que nos había ordenado Severino, el monitor lírico. Había leído de todo en internet: revistas literarias, antologías digitales, foros de wannabes, blogs cursis... En mi desesperación llegué a buscar incluso libros de poesía ¡en papel! En vano: la inspiración no venía. De repente, recordé lo de que el genio es 99% perspiration y 1% inspiration y pensé en irme al gimnasio a sudar, pero me paré a tiempo. No me he puesto el chandalito por razones obvias.

Dos horas antes de la sesión de Castos Anónimos, seguía en blanco.  Me temblaban las piernas de pensar en enfrentarme a Rino sin los deberes hechos. Pero, de repente, en mi desenfrenada búsqueda, me topé con la enésima noticia del día sobre la SGAE. Ha sido una experiencia inefable, pero ea, la voy a contar. Sentí cómo se hacía el silencio, mientras una luz cálida y brillantísima caía sobre mí desde el cielo. Oí los cadenciosos acordes de un arpa y la brisa me trajo olor a azahar. "Tate, Leren", me dije, "esto es la inspiración".

Lo era. La asociación de ideas al leer 'SGAE' fue como un reactivo inmediato: ¡a plagiar! Si yo no tenía npi de cómo expresar el dolor infinito, la sobrecogedora angustia, la inmensa tragedia vital de una casta de larga duración en, digamos, tercetos encadenados, recurriría a otros. Pero, ¿cómo hacerlo sin que la SGAE cayera sobre mí? Había visto un soneto ajeno que podía quedar mono para mi taller, pero tenía miedo de que me pillaran...

Me ha llevado una hora, pero he conseguido un listado de los socios de la SGAE. ¡Y el tal Quevedo no está entre ellos! Debe de ser un don nadie. Estoy a salvo. Pues hala, corto, pego y retoco un poquitín y no creo que Severino note nada.

¡A la ducha! Me quedan veinte minutos para llegar a la sede de Castos; tengo que correr si quiero expresar hoy a mi plagiadora interior.



Qué mal ando
by Lerendi Mendi

Miré los muslos de las patas mías,
si un tiempo potentes ya arrugados,
de tan honda castidad to caducados,
bolitas en leotardos; no hay tu tía.

Salime al súper: vi que la Vane cogía
los cubitos de hielo desechados,
en su monte quejosos los ganados
que con canestén frotaba en su agonía.

Entré en mi keli: vi que apolilladas
y ancianas, mis bragas eran despojos,
mi culo más gordo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espalda,
y no hallé hembra en que poner los ojos
que se allegase a mi almeja inerte.

2 comentarios:

Anónimo,  marzo 29, 2010  

Capacidad de arrancar sonrisas tienes, ya los versos, puliendolos algo, pero bueno, gustan por ese aire, digamos literario-sensual tienen.
Por cierto la "almeja inerte" igual la próxima vez, toma lápiz y papel, y sorprende abandonando la etapa inerte y adentrandose en la activa.
Por hoy , entorno la puerta, gusta leerte, hasta otro día,un saludo.

Leren marzo 29, 2010  

¿Literario-sensual? Ojalá Severino los hubiera visto así, pero con esa voz de sargento bestia que tiene, no les supo dar ese tono. Hum.
¿Las almejas escriben? ¡Guau! ¡Quiero leerlo!
Nos vemos.
:)

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